La perla
inapreciable
Por Don Flory (1)
Una entrevista con
A.H. Almaas (2)
Según A. H. Almaas,
el espíritu humano es un diamante de múltiples facetas. Pero la mayoría de los
sistemas psicológicos y espirituales sólo pulen una o dos facetas de esta
preciosa joya. Basándose en su propia introspección y en más de una década de
trabajo con cientos de estudiantes, Almaas ha desarrollado el Enfoque del
Diamante, una técnica de auto-realización que en una tentativa de abordar cada
aspecto del desarrollo del alma humana, abarca tanto la psicología profunda
moderna como las antiguas tradiciones espirituales.
"En el Enfoque
del Diamante, lo psicológico y lo espiritual están tan entrelazados que son
realmente indistinguibles.” explica Almaas. “No es que se haga un trabajo
psicológico para asuntos psicológicos, y una práctica espiritual para lograr
estados espirituales. El trabajo psicológico es la práctica real que provoca
los estados espirituales.”
Almaas considera el
despertar espiritual como parte de un proceso continuo de desarrollo que
empieza con el nacimiento, incluye las diversas etapas de formación y
deformación del ego, y que puede continuar más allá del ego a los estados más
elevados de conciencia mística. Sus enseñanzas mezclan la terminología
espiritual esotérica con el lenguaje técnico de la psicología clínica.
De todas formas,
Almaas es tanto un investigador clínico como un teórico. Para comprender el
despliegue del espíritu en la vida humana, ha invertido miles de horas ayudando
a gente a trabajar los asuntos psicológicos y espirituales que surgen en la
vida cotidiana. En particular, ha investigado las estructuras psicológicas que
bloquean la conciencia de nuestra naturaleza más profunda y las cualidades
espirituales específicas requeridas para transformar nuestras personalidades de
forma que podamos llegar a estar integrados en el Ser.
A pesar de que el
Enfoque del Diamante utiliza una amplia gama de herramientas psicológicas y
espirituales, Almaas – que ahora vive en Berkeley, California, pero que nació y
creció en una familia musulmana tradicional en Kuwait – no ha sido oficialmente
formado en ninguna tradición espiritual o escuela de psicoterapia. Más bien,
sus ideas resultan de su propia investigación apasionada de la naturaleza de
las cosas. “Desde muy pronto,’ dice, “recuerdo haber querido saber qué es la
verdad: ¿Cuál es el estado real de las cosas? ¿Qué es la realidad? ¿Qué soy yo?
¿Qué está pasando? ¿Qué es el mundo? Y quería saberlo sin la influencia de las
ideas de nadie. Quería descubrirlo por mí mismo.”
Esta pasión por el
conocimiento llevó a Almaas a la ciencia, puesto que creía que “la ciencia es
lo más objetivo; no depende de lo que creas o sientas.” Pero cuando se acercó a
la finalización de su doctorado en Física por la Universidad de
California en Berkeley, empezó a dudar de su creencia, dándose cuenta de que
“lo que se denomina ‘conocimiento objetivo’ en realidad no es tan objetivo.”
Esta realización “erosionó poco a poco mi creencia de que la ciencia lo
conseguiría. A pesar de haber estado muy metido en ella y de ser muy bueno,
perdió todo interés para mí.” Almaas dejó la universidad y, en vez de ello,
empezó a experimentar interiormente.
"Al principio,
pensé en mi investigación psicológica, porque eso es de lo que era consciente,
del contenido psicológico de mi mente,” recuerda Almaas. “Pero a medida que
profundizaba más psicológicamente en las cosas, empezaron a suceder más cosas
de naturaleza esencial. Cuando el contenido psicológico se vuelve muy profundo,
se convierte en algo espiritual, puesto que eso es lo que es en el fondo. Así
que la investigación se convirtió en una tentativa muy personal, sentida de
corazón, de conocerme a mí mismo, de conocer la naturaleza de quién soy y la
naturaleza de la realidad.”
Las
exploraciones internas de Almaas le llevaron a su comprensión de la “Esencia,”
término que utiliza para distinguir el corazón intrínseco de nuestra naturaleza
de los atributos adquiridos. Según este modelo de desarrollo humano, nuestra
Esencia se incrusta gradualmente en una estructura que denominamos personalidad
o ego, desarrollada para protegerlo en un mundo que no apoya o ni siquiera
reconoce nuestra verdadera naturaleza. A medida que se desarrolla cada capa del
ego, se esconde más de nuestra naturaleza esencial. El proceso de
auto-realización o liberación requiere que desmantelemos, capa por capa,
nuestro ego, para volver a contactar con nuestro corazón esencial.
En el Enfoque del
Diamante, esta meta mística clásica se logra usando muchas de las herramientas
y teorías de la psicología occidental moderna. Al contrario que Ken Wilber,
quien ve las fases personales y transpersonales como secuenciales (en cierto
momento, acabamos nuestro trabajo psicológico y pasamos a asuntos
espirituales), Almaas ve lo personal y lo transpersonal como entrelazado
durante todo el camino hasta los estados de conciencia más elevados. Al
principio de nuestra búsqueda psicoespiritual, forcejeamos con las crisis
normales en nuestras vidas. Cuando nos desarrollamos espiritualmente, debemos
arrancar de raíz hábitos y creencias adquiridos en períodos anteriores de
nuestro desarrollo.
"Más expansión
a nivel esencial significa más regresión para el ego,” dice Almaas. “El ego
sólo intenta preservar su identidad. Cada vez que se disuelve una estructura
del ego porque una persona va más allá en la realización esencial, el ego
intenta buscar otra. De forma que va a estructuras anteriores y anteriores y
anteriores, buscando un lugar donde plantarse.”
Cuanto más cerca
estamos de nuestra Esencia espiritual, más centrales a nuestra personalidad son
los asuntos que debemos afrontar; así, el viaje puede conllevar tanto éxtasis
como horror. En nuestros niveles de conciencia más expandidos, los horrores que
debemos afrontar derivan de nuestras experiencias más tempranas con nuestras
madres. Almaas bromea que lo último que vemos cuando nos disolvemos en lo
Absoluto es el pecho materno.
Para guiar a sus
estudiantes en este viaje, Almaas los lleva a una exploración en la naturaleza
de su experiencia inmediata. Comienza con lo que ocupa la atención del
estudiante en el momento, que normalmente, en el que empieza, es un problema de
la vida cotidiana.
Observándole
trabajar, es fácil ver por qué muchos consideran a Almaas como psicoterapeuta.
Investiga los pensamientos, imágenes, memorias, emociones, respiración, y
sensaciones corporales de los estudiantes y dirige la atención del estudiante
hacia la resistencia, transferencia y defensas, como lo haría un terapeuta. Si
la armadura del cuerpo parece bloquear la exploración, utiliza técnicas
reichianas para ayudar al estudiante a experimentar y liberar el bloqueo.
Normalmente, una sesión descubre algún fragmento inconsciente de la experiencia
de la infancia temprana que ha estado distorsionando la percepción del
estudiante de la situación actual.
Pero después de que
el estudiante parece haber resuelto psicológicamente un asunto, la exploración
deja de parecer una terapia. Más que parar, Almaas sigue formulando preguntas
sobre la experiencia del estudiante. Gradualmente, la conciencia del estudiante
se vuelve más sutil, hasta que los estados que se están describiendo suenan muy
parecidos a aquellos encontrados en profunda meditación.
Por ejemplo,
cuando una estudiante se relaja después de haber finalizado aparentemente su
trabajo con un asunto emocional, Almaas pregunta qué es lo que está
experimentando en su pecho. Ella contesta, “Nada.” Las preguntas de Almaas
sobre esa nada – su textura exacta, luminosidad, y densidad – ayudan a la
estudiante a reconocer que lo que está experimentando no es una falta de
conciencia, sino una percepción real de espacio vacío.
Como Almaas
hace retroceder repetidamente la atención de la estudiante a ese espacio y la
ayuda a superar su resistencia a observarlo, su experiencia se transforma
gradualmente en un sentido de plenitud y presencia. Las preguntas de Almaas la
ayudan a considerar esta plenitud como una cualidad de la compasión, una de las
muchas cualidades que Almaas denomina aspectos esenciales.
Según el modelo
ontológico de Almaas, la Esencia de una persona puede manifestarse en
cualidades específicas, como la paz, la compasión, la fuerza, la alegría, y la
voluntad, las cualidades que considera más fundamentales para el progreso de un
estudiante. (La claridad, la brillantez, y el amor son algunos atributos
esenciales más de los muchos que identifica) Sin obstrucción, nuestra Esencia
responderá espontáneamente a situaciones en nuestra vida con precisamente la
cualidad requerida, capacitándonos para funcionar eficazmente. Por otra parte,
nuestro ego reacciona frecuentemente de forma inapropiada para evitar el dolor
y para buscar, a todo coste, el placer. El ego tiene su propia versión “falsa”
de los aspectos esenciales – su versión “modélica” de la compasión, su versión
machista de la fuerza, su versión rígida de la voluntad. Desenmascarando estas
falsificaciones, la persona puede aprender a reemplazarlas por cualidades
esenciales. Almaas enseña a sus estudiantes a distinguir entre los estados del
ego y los estados esenciales, y a reconocer en cuál se encuentran en cualquier
momento.
"Por
ejemplo, si alguien está entrando en contacto con el sentido de autonomía que
conlleva la experiencia del Ser – el sentido de que la propia existencia es
autónoma de la propia mente, de los propios pensamientos -, ese sentido de
autonomía puede ser percibido por el ego como autonomía de otras personas,”
destaca Almaas. “Si una persona casada está sintiendo autonomía, podría empezar
a preguntarse si quiere seguir estando casada. O si tiene un trabajo, se
preguntará si debería dejarlo y empezar su propio negocio. Cuando lo que
necesita ver realmente es que es autónoma con ser simplemente lo que es. Este
es el punto donde un enseñante puede ser importante. Puesto que si una persona
no se da cuenta de que esa autonomía es un aspecto esencial del ser, la
interpretará como lo hace habitualmente.”
Los
estudiantes del Enfoque del Diamante también aprenden teorías psicológicas,
técnicas sobre cómo está construido el ego y cómo funciona, para que puedan ir
más allá. “Por ejemplo, una persona puede estar trabajando con el asunto del
narcisismo – queriendo ser reconocida como maravillosa y considerada como
especial – y trabajar co todas las heridas y la ira que surge porque la persona
no obtiene este tipo de respuesta sobre su importancia. En la labor que
realizo, realmente profundizamos en esto y comprendemos esa necesidad,
entendemos toda esa constelación psicológica,” explica Almaas. “Haciéndolo, no
sólo curamos lo que sucedió en la infancia, sino que reconocemos que todas
estas necesidades tienen que ver con una falta de integración de cierto aspecto
del propio Ser, un aspecto que denomino ‘verdadero yo.’ Y cuando ese aspecto
del Ser es reconocido y experimentado, la persona experimenta un sentido de lo
especial y precioso real y que no necesita un reflejo externo. De forma que los
síntomas aparecen psicológicamente, pero tratarlos conduce al estado espiritual
de la auto-realización.”
Según Almaas,
un requisito para la auto-realización es el hecho de ser capaces de usar las
capacidades esenciales, en vez del ego, para operar en el mundo. De todas
formas, el valor que Almaas otorga al desarrollo del yo y a lo personal
distingue su filosofía de la mayoría de enfoques orientales, que tienden a ver
el yo como una ilusión a trascender y sólo enfatiza los aspectos impersonales
del Ser.
"El ego
es una parte natural del propio desarrollo – durante un tiempo, brinda una
función útil. La Esencia, o el alma, cuando empieza a vivir, es puramente
espiritual pero no tiene ninguna sabiduría sobre el mundo. Necesita alcanzar la
sabiduría en el mundo para que la Naturaleza Esencial pueda ser originada aquí.
Y esto sucede mediante el desarrollo del ego,” dice. Según Almaas, los problemas
sólo surgen cuando las personas se identifican con sus egos y cuando permiten
que los estados del ego se antepongan a los aspectos esenciales.
En la
integración de la psicología y espiritualidad, Almaas se ve como parte de una
tradición Occidental emergente, siguiendo los pasos tanto de Freud como de
Buda.
"En las
enseñanzas espirituales tradicionales, ha habido cierto rechazo o desdeño del
trabajo psicológico. De hecho, muchos enseñantes niegan el trabajo psicológico
– es una pérdida de tiempo, o una distracción,” dice Almaas. “Una comprensión
más profunda es que el trabajo espiritual incluye la psicología. Se trata de
comprender la mente. Pero una persona debe vivir la experiencia para saber
realmente lo que significa.”
(1) Don
Flory, Ph.D., es estudiante de A.H. Almaas y psicoterapeuta en práctica privada
en Berkeley, California.
(2) A.H.
Almaas es el autor de “Facetas de la Unidad” publicado por La Liebre de Marzo.
Creador del “Enfoque Diamante”, un camino de despertar que aúna el trabajo con la
personalidad y la espiritualidad.
Reproducido
con la autorización de The Yoga Journal, © Septiembre/Octubre 1990. Todos los
derechos reservados.
Conversación con
A.H. Almaas (*)
(2ª Parte)
en Enneagram
Monthly (**)
Enneagram Monthly:
Creo que una de las dificultades en mi comprensión del Origen Sagrado fue que
era algo que simplemente daba por hecho, que creía que todo el mundo comprendía
y poseía, y que no parecía ser exclusivo de un tipo de Eneagrama. Ahora me doy
cuenta de que debo tener mayor sensibilidad con respecto a ello.
A.H. Almaas:
Exacto. ¡Eso es lo que todo el mundo piensa!
EM: (Risas) ¡¿Es
que no todo el mundo ve el mundo como yo?!
AHA: ¡Pensamos que
todo el mundo es así! Seguramente todo el mundo lo experimenta pero es posible
que una persona pueda no estar tan afectada por esa perspectiva como otra.
EM: En Facetas de
la Unidad, habla bastante sobre esto...
AHA: Correcto, lo
que hemos estado comentando es una parte extensa del tema del libro. El libro
habla de las Ideas Sagradas y de cómo se desarrolla el núcleo de cada fijación.
Básicamente, es un resumen de las Ideas Sagradas, que concede una comprensión
de las mismas y que habla de cómo la falta o la pérdida de comprensión conduce
al engaño específico. Luego, comento el engaño específico y cómo contribuye al
núcleo de la fijación, que es la dificultad específica y la reacción
específica. Hay capítulos sobre cada uno de los arquetipos, considerándolos
desde la perspectiva de las Ideas Sagradas. Esa es la parte principal del libro.
La primera parte del libro tiene que ver con la pérdida de sostén y confianza
en la infancia, lo que conduce a la pérdida de la Idea Sagrada.
EM: En el libro, se
refería a algo que denominaba el "punto de encaje," o visión de la
realidad, y que puede moverlo. ¿Podría explicar qué es el punto de encaje?
AHA: Es una idea
tomada de Castaneda.
EM: Sí, me era
familiar.
AHA: Habló del
punto de encaje queriendo decir que la realidad tiene muchos niveles, o muchas
bandas. Normalmente, existimos en una banda, o grupo de bandas, y ahí estamos
atascados; no vemos la perspectiva de las otras bandas. El punto de encaje es
como un centro en nosotros que nos mantiene en ese lugar. El punto de encaje no
está relacionado con la dificultad o reacción específica, sino que está
relacionado con nuestra identidad, nuestro sentido interno del yo, que nos dice
quiénes somos y cómo estamos orientados. Está más relacionado con la fijación
en sí, un sentido o centro cristalizado que experimentamos y que nos da una
orientación en la realidad. Normalmente, su punto de encaje se halla en una
banda determinada de posibilidades, y si pudiera moverlo, vería otras cosas,
otras perspectivas. Cuando Castaneda habla en sus libros sobre el punto de
encaje, no está muy claro lo que es exactamente. Lo utilizo como una metáfora
para comentar mi comprensión del proceso.
EM: Muchos
profesores no enseñan los subtipos instintivos, y existe cierto desacuerdo
sobre este tópico entre los que lo hacen. Más recientemente, Oscar Ichazo
describió los instintos diciendo que cada uno estaba vinculado a un centro (es
decir, cabeza, corazón o vientre); mientras que la mayoría de los otros, cuya
información provino directa o indirectamente de Claudio Naranjo, enseñan que
cada tipo puede ser dominado por cualquiera de los tres instintos. ¿Cuál es su
perspectiva?
AHA: En realidad,
la forma en que lo aprendí es que cada arquetipo tiene tres subtipos, y el
subtipo de una persona depende del instinto más dominante de esa persona. Los
subtipos están conectados al instinto social, sexual y de auto-conservación. De
modo que si uno de ellos está más trastornado que otros, eso es lo que
determina el subtipo de esa persona.
EM: ¿Quiere decir
que el subtipo se origina con la lesión de uno de los instintos, que se vuelve
acuciante y atrae toda la atención?
AHA: Exactamente. Y
que determina hasta cierto punto el arquetipo.
EM: Es decir que,
si uno tiene, por ejemplo, una capacidad de adaptación altamente desarrollada y
se encuentra en la tríada de la cabeza, pero su lesión está en asuntos
relacionales, entonces ¿su atención podría ser totalmente absorbida por temas
relacionales?
AHA: Sí. Pienso que
eso es lo que significa basicamente. Claro que hay Eneagramas para cada uno de
los subtipos. Como sabe, en este libro no entro en esa parte.
EM: ¿Lo utiliza en
su enseñanza?
AHA: No, no lo
usamos.
EM: ¿Existe alguna
razón especial para ello?
AHA: Sólo son más
detalles del arquetipo. Eso es lo que significa "subtipo". Cuando
trabajamos con los arquetipos, los utilizamos básicamente como trampolín para
reconocer algo más esencial en nosotros. Aparte, en mi experiencia, la
enseñanza de los subtipos no es tan clara. Y por ello, no sé hasta qué punto es
útil.
EM: ¿Sería entrar
en detalles innecesarios?
AHA: Sí, también,
puesto que, en nuestra labor en el Enfoque del Diamante, el Eneagrama sólo es
una parte de lo que hacemos. Tenemos otras formas de tratar eso que la
utilización de los subtipos, incluso si los conocemos y, en cierta medida, los
comprendemos. Pero no los uso mucho.
EM: ¿Cómo definiría
los orígenes de la labor que realiza? ¿Qué influencias le condujeron al lugar
en el que se encuentra?
AHA: Se desarrolló
al inicio de los setenta. En esa época estaba trabajando con diversas personas.
Trabajé con Claudio Naranjo; fue así como aprendí sobre el Eneagrama. Trabajé
con maestros budistas, los Lamas, maestros Sufis, maestros Gurdjieffianos, y
también estuve trabajando durante un tiempo con la psicología y la psicoterapia.
De forma que estuve recibiendo todas esas influencias. En algún momento, mi
propio proceso empezó a desarrollarse solo, con su propia lógica, sus propias
ideas. Todas estas influencias estaban incluidas, pero el proceso era algo
nuevo que estaba emergiendo, que era un descubrimiento del espíritu, o esencia,
de una forma diferente o específica. En esa época, no sabía que era una manera
diferente. De ahí se desarrolló una enseñanza. Después de un tiempo reconocí
que el proceso estaba sucediendo pero que no era únicamente mi enseñanza
personal, parecía representar un proceso más objetivo. Y, sin embargo, como
sucedió en el contexto de otros tipos de trabajo, la enseñanza integró muchas
de las cosas que estaba estudiando.
EM: ¿Diría que
fueron diversas cosas las que le condujeron a un punto donde empezó a tener
esas ideas que luego vio que también podían ser enseñadas a otros?
AHA: Sí. Toda la
comprensión que obtuve se dio cuando fui capaz de estar abierto de determinada
manera y había desarrollado cierta perspectiva y visión interior.
EM: Parece que
pudiera desmembrar lo que hace en varias secciones. Hay una parte que habla de
la personalidad, y esa sería la parte donde utilizaría el Eneagrama, y hay
prácticas espirituales. ¿De dónde provienen estas últimas?
AHA: Las prácticas
espirituales han sido sacadas de la perspectiva budista y, algunas, de los
Sufis. Pero, también, lo específico del Enfoque del Diamante es que sintetiza
una perspectiva psicológica y espiritual, donde ambos son aspectos de la misma
verdad o de la misma experiencia. Utilizamos la comprensión psicológica para
pasar a la experiencia espiritual. Como resultado, nuestra práctica principal
no es la meditación ni nada por el estilo, sino una verdadera investigación de
la experiencia. Una investigación abierta, cuestionando y confrontando la
experiencia, intentando comprenderla. Comprendiéndola, ésta empieza a abrirse y
desplegarse. Cuando esto sucede, empieza a revelar sus apuntalamientos
espirituales.
EM: ¿Es el
ejercicio de la "pregunta reiterada" (donde se formula la misma
pregunta una y otra vez al estudiante, que responde espontaneamente) un ejemplo
de una técnica de apoyo a la investigación?
AHA: Sí, la
pregunta reiterada, o un monólogo cuando alguien comenta su experiencia, o diario
escrito. Presentamos el material desde una determinada perspectiva, y las
personas realizan ejercicios, en grupos o solos, entorno a la misma.
EM: ¿Diría que pone
mayor énfasis en la práctica que, por ejemplo, los que dicen: "simplemente
meditad, todo se hará;" o cree que es crucial asegurar primero que se
establezca el "pensamiento correcto" para prevenir que elijamos una
"práctica errónea"?
AHA: En cierto
sentido, hacemos ambas cosas. Es importante tener el "pensamiento
correcto," y es importante realizar una práctica. De todas formas, nuestra
práctica no sólo consiste en sentarse y estar en silencio, por ejemplo, o
visualizar algo. Nuestra práctica es un enfoque occidental, que en realidad es
una investigación, algo científico. Uno se formula preguntas a sí mismo:
"¿Qué estoy experimentando?" "¿Por qué lo estoy
experimentando?" "¿Qué significa?" "¿De dónde
proviene?". Pero lo hacemos de forma que abra la experiencia y revele su
verdad subyacente. La forma de hacerlo es dictada por la experiencia y la
perspectiva espiritual que se desarrolla en este trabajo. En cierto sentido, es
el método socrático.
EM: ¿Desarrolló
este proceso a partir de cosas que estaba estudiando?
AHA: No diría eso.
Diría que las cosas que estudié fueron un soporte, pero en el proceso de mi
propio trabajo algo se abrió y desarrolló solo, y reveló cosas que no había
aprendido antes; aunque todo lo que había hecho antes me condujo al lugar donde
pude acceder a esa guía.
EM: Las personas
que asisten a sus cursos provienen de diferentes mentalidades; son
personalidades diferentes con necesidades diferentes. ¿Tiene algún método para
clasificarlas, en el sentido de que algunas personas están más avanzadas en el
aspecto sentimental, en el aspecto del pensamiento, o en el aspecto de la
actuación? ¿Cómo lo hace?
AHA: Es cierto. Tal
como trabajamos con la gente, tenemos tres estructuras importantes. Al
principio, las personas son entrevistadas, un proceso de examinación, por dos
de nuestros maestros para conocer más sobre ellas, lo que quieren, cuáles son
sus tendencias con relación a nuestro trabajo. Si son aceptadas en la Escuela,
se implican en las tres estructuras. En la primera se realizan sesiones
privadas de enseñanza con el maestro, semanal o quincenalmente, donde el
maestro pasa una hora con el estudiante explorando y ayudándole a desarrollar
su propia investigación. Ahí, se presta particular atención al estudiante, y el
trabajo responde al carácter y a la personalidad propios del estudiante. La
segunda estructura que tenemos es la que denominamos "pequeños
grupos." Un maestro trabaja con una grupo de 12-18 personas, ayudándoles a
aprender a trabajar consigo mismas, asistiéndolas en abrirse y acceder a sus
experiencias, y enseñándoles a reconocer lo que es verdadero. La tercera estructura
son los retiros de fin de semana donde se enseñan las perspectivas y los
conceptos sobre la naturaleza espiritual. Aquí, usamos la meditación, las
conferencias, el debate y ejercicios para explorar lo que se presenta. Las tres
estructuras juntas centrarán las diferencias durante el desarrollo. Las
sesiones privadas, en particular, apoyan al estudiante individual, ya que los
maestros están formados para reconocer diferentes caracteres.
EM: ¿Con cuántos
profesores cuenta normalmente?
AHA: Probablemente
hay 50 que han acabado su formación.
EM: Tiene un amplio
programa de formación de profesores.
AHA: ¡Así es!
Tenemos más de 150 en nuestro programa de profesores.
EM: ¿En cuánto
tiempo se realiza?
AHA: Para acceder
al programa de formación de profesores, primero hay que estar en la escuela.
Los estudiantes tienen que estar en la escuela durante 3-4 años antes de poder
ser considerados para el programa. Y luego el programa de formación de
profesores en sí dura 6-7 años, tiempo durante el cual los estudiantes siguen
en el programa regular de la escuela. De hecho, todos los profesores siguen
siendo estudiantes en la escuela. De forma que la formación es bastante
extensa. Desde el momento en que alguien entra en la escuela hasta que acaba su
formación y puede trabajar con estudiantes, pasan unos diez años.
EM: Para entonces,
ellos mismos seguramente habrán hecho mucho trabajo.
AHA: Ese es el
punto. Es importante que lo hagan; es lo principal. Tienen que conocerse a sí
mismos. Algunos profesores enseñan los fines de semana, algunos de ellos se
dedican a los grupos pequeños. Casi todos ellos enseñan en sesiones privadas.
EM: ¿Alguno de sus
profesores está escribiendo sobre el Eneagrama?
AHA: Sí, tenemos
profesores que trabajan con el Eneagrama. Una profesora, Sandra Maitri, ha
acabado un libro del Enfoque del Diamante al Eneagrama. Va a ser publicado por
Tarcher/Putnam el año próximo o algo así.
EM: Es maravilloso.
Sería interesante tener un libro que puediera describir algunos de los
ejercicios que uno puede hacer o bien para la auto-observación o bien para la
auto-indagación.
AHA: Es verdad. En
realidad, estoy publicando un libro sobre la indagación en sí. Está escrito y
ahora está siendo editado. Se titula Crucero Espacial de Exploración, porque el
proceso es como estar viajando en una nave espacial.
EM: ¡Parece un
título de Castaneda!
AHA: Trata
básicamente de la forma específica en que realizamos la indagación en el
Enfoque del Diamante.
EM: ¿Cuándo cree
que estará listo?
AHA: En unos
dieciocho meses.
EM: ¿Cuál es su
relación con Oscar Ichazo?
AHA: Bueno, fue el
maestro de Claudio, y Claudio fue mi maestro. Cuando Claudio empezó a enseñar,
estaba muy conectado con Oscar y hablaba mucho sobre él. Yo nunca me encontré
con Oscar. Sólo oí hablar de él a Claudio en el '71 y '72. Mi comprensión de
las Ideas Sagradas empezó a partir de unas definiciones atribuidas a Oscar hace
muchos años, pero no supe si realmente eran suyas o no. Así, cuando llegó el
momento de publicar el libro, le escribí para confirmarlo y al mismo tiempo, le
pregunté si quería escribir un prólogo para el libro. Su respuesta fue muy
amable y dijo que podía utilizar sus definiciones. Así que me dio una versión
original completa de las mismas y escribió el prólogo. Fue así como correspondí
con él, pero nunca nos hemos encontrado.
EM: Oscar apoyó
mucho a Claudio en el prólogo.
AHA: Sí, escribió
muy bien sobre Claudio.
EM: ¿Ha contactado
con Claudio ultimamente?
AHA: En realidad,
hace algunos meses, cuando le dije que le iba a dedicar el libro.
EM: Dijo que topó
con él al inicio de los '70. ¿Cómo se conocieron?
AHA: Conocí a
Claudio en Esalen cuando estuve ahí una vez, en 1970 o algo así. Estaba
realizando un taller que él dirigía sobre Gestalt y meditación. Fue entonces
cuando me dijo que estaba iniciando un grupo en Berkeley, al que asistí más
tarde.
EM: ¿Hay algo de lo
que no hayamos hablado que le gustaría comentar?
AHA: Bueno, hemos
hablado sobre el Eneagrama en términos de las Ideas Sagradas y su lugar en mi
labor. En el libro, es importante saber que la primera parte, donde hablo del
apoyo y de la confianza básica, y de una perspectiva espiritual, es fundamental
para comprender las Ideas Sagradas. Es la base a partir de la cual podemos
entender cómo podemos perder o retomar el contacto con el Ser. La comprensión
del apoyo y de la confianza básica no tiene que relacionarse con las Ideas
Sagradas, sino que es parte del trabajo del Enfoque del Diamante. De todas
maneras, estoy enlazando estos conceptos a las Ideas Sagradas porque empecé a
tener mi propio entendimiento de las Ideas Sagradas tratando con esa dimensión
espiritual, la dimensión que denomino "Vivir a la Luz del Día," que
implica experimentar simultáneamente el espíritu del amor y de luz.
EM: En el libro,
dice que se ha dado un susto de muerte "viviendo a la luz del día."
Su descripción era tan simple y, aun así, profunda, y reí con reconocimiento y
comprensión. ¿Podría explicar a nuestros lectores qué es lo que significa?
AHA: Vivir a la Luz
del Día es el mismo nombre que otorgo a la dimensión espiritual que
experimentamos cuando sentimos que tenemos un apoyo adecuado. Parece la luz del
día, pero es la presencia del amor como esencia de la luz. Cuando no nos
sentimos apoyados de esta manera, no nos sentimos seguros, reaccionamos a
nuestra experiencia a través de una especie de disociación de la misma. Esta
disociación, que es una reacción a la inseguridad y desconfianza resultante,
hace que perdamos contacto con el Vivir a la Luz del Día. Es como si fuera
eliminado por la experiencia de la falta de apoyo real y adecuado a nivel
físico, emocional y espiritual.
EM: Si alguien no
tiene un buen ambiente de apoyo, y eso crea o bien demasiados vínculos o bien
demasiado pocos, ¿cómo lo ajustaría más tarde en la vida?
AHA: Todo el mundo
tiene una limitación en su primer entorno de apoyo, ¿correcto? Lo que se hace
es trabajar para cobrar conciencia de cuánta confianza se tiene en el entorno
en general: ¿Tiene una confianza ciega? ¿No tiene ninguna confianza en
absoluto? O bien, ¿tiene una confianza más objetiva, realista? Observando la
cuestión de la confianza y del entorno, llega al primer entorno de la infancia,
puesto que ese fue el origen de su relación con la confianza. Luego, empieza a
trabajar con su experiencia de ese primer entorno y apoyo. Eso le conducirá a
sus limitaciones.
EM: Así que si
alguien tiene, por ejemplo, una confianza ciega, eso le llevaría a tener
demasiados pocos vínculos?
AHA: Sí, podría
ser. Confiar o no confiar no tiene que ver con los vínculos, pero tiene que ver
con las acciones, la forma de relacionarse con el mundo, y el coraje que se
tiene, en qué medida se está relajado. Cuanto más confiada es una persona, más
relajada está y más puede ser ella misma.
EM: Así que a
través de una serie de auto-indagaciones, ¿se podría llegar a lo que ocurrió en
el propio entorno de apoyo que causó este mecanismo?
AHA: Que
distorsionó la cuestión de la confianza. Eso le reconecta luego a una especie
de dimensión espiritual, el Vivir a la Luz del Día, que hará que su confianza
sea más objetiva, más real.
EM: Durante uno de
los primeros talleres que impartió Ichazo en el '71 o '72, hablaba sobre la
fijación que se da entre la edad de cuatro y ocho años. Y a veces, la persona
puede recordar el instante en el que tiene lugar la fijación. ¿Qué piensa sobre
ello?
AHA: Escucho a la
gente decir eso. No sé hasta qué punto es exacto. Conozco a personas que
afirman que lo recuerdan. Pienso que generalmente es cierto, que alrededor de
esa época la fijación finalmente cristaliza, entre los cuatro y los ocho años.
No sé si se puede recordar realmente el momento en que sucedió, pero algunas
personas dicen que pueden.
EM: ¿Qué piensa
sobre el argumento de que la personalidad o el arquetipo es algo genético, y
determinado antes del nacimiento?
AHA: Esa es la idea
que vino con la enseñanza del Eneagrama; que [la personalidad] está determinada
por la Idea Sagrada específica; que nacemos con una Idea Sagrada específica más
determinada en nosotros. La Idea Sagrada está predeterminada, lo que
lógicamente significa que la fijación está predeterminada.
EM: Si ya está
determinada, no se fijaría necesariamente entre la edad de cuatro y ocho
años...
AHA: No, está
fijada. Está determinada a convertirse en esa fijación. Al principio, la
persona no está fijada.
EM: Comprendo lo
que quiere decir, puesto que el niño está en la esencia y todavía no está
fijado. ¿Está diciendo que adquirir una fijación es un proceso de dos etapas?
¿Existe una maduración hacia la misma, durante la que se prepara la base y, en
cierto momento, se desencadena oficialmente mediante un acontecimiento
traumático?
AHA: Sí, se vuelve
estructurada en la mente. Antes, no está fijada, aunque existe la posibilidad
para ello.
EM: ¿Ha conocido a
alguien que posiblemente naciera con una inclinación hacia cierta Idea Sagrada
cuya fijación se convirtió en otra que la predeterminada?
AHA: No, pero no he
llevado a cabo esa investigación.
EM: ¿Cree que es
posible cambiar las fijaciones durante la vida?
AHA: No he visto
que suceda. Creo que existe algo llamado una fijación secundaria que tiene la
gente, y que puede dominar en algún momento. Sin embargo, eso no significa que
reemplace la fijación primaria.
EM: Teóricamente,
si se trabaja sobre una fijación, ésta se debería hacer cada vez más
transparente y, por lo tanto, disminuir su sujeción. ¿Significaría esto que
durante este período la fijación secundaria que todavía no ha sido trabajada
intensamente, puede aparecer repentinamente con más fuerza?
AHA: Exactamente,
pienso que eso es lo que sucede.
EM: Así que en
teoría, ¿la iluminación significaría trabajar sobre todas las nueve fijaciones?
AHA: Sí, y ese es
el enfoque que seguimos en la escuela. Trabajamos con todas ellas. En nuestras
enseñanzas las hacemos todas. Los estudiantes pasan por todas ellas.
EM: ¿Diría que la
propia es la más difícil de trabajar?
AHA: Generalmente
hablando, sí. Ésta es la que está más fijada, más estructurada en nosotros.
EM: ¿Tiene algún
consejo para la comunidad del Eneagrama?
AHA: Lo que sé me
hace pensar que si realmente queremos liberarnos de las fijaciones, necesitamos
conectar con una dimensión espiritual. No basta con simplemente conocer los
tipos psicológicos. Otra cosa es que el principal propósito en el desarrollo
del Eneagrama sea provocar la liberación espiritual. No lo olvidemos. Se puede
utilizar para otras cosas, pero éstas no son la razón principal, y no son la
utilización más efectiva del mismo. El mayor valor del Eneagrama reside en el
apoyo a la liberación espiritual. Y lógicamente, en el desarrollo de la vida
humana y en la realización. Y para que esto suceda, necesitamos ir más allá del
Eneagrama de las Fijaciones, a una dimensión espiritual.
EM: En su opinión
¿cuál es el vínculo entre el material de Gurdjieff y el Eneagrama?
AHA: No lo sé
exactamente. No lo he investigado. Sé que la gente tiene ideas y lo ha
investigado, pero no sé mucho sobre el Eneagrama de Gurdjieff.
EM: Si animara a la
gente a incluir un elemento espiritual, ¿sugeriría una dirección particular o
alguna práctica espiritual determinada?
AHA: El Eneagrama
en sí tiene una dimensión espiritual, como las virtudes y las Ideas Sagradas, y
otros Eneagramas de nuestra naturaleza espiritual. Llegar a ellos puede
realizarse conectando con cualquier enseñanza espiritual, y la enseñanza que
sigue cada cual depende del individuo. Pero si realizamos el trabajo espiritual
y conectamos con nuestra naturaleza esencial, en algún momento, podemos llegar
a las virtudes e Ideas Sagradas.
EM: Lo que me gusta
de lo que he oído sobre el Enfoque del Diamante es que no sólo se trata de
meditar y sentarse en un cojín, y no sólo contiene el aspecto psicológico, sino
que trabaja claramente en la conexión de ambos.
AHA: Exactamente.
Pero las personas tienen inclinaciones y enseñanzas diferentes, así que cada
persona necesita escuchar a su propio corazón, su propia intuición, para
descubrir qué camino espiritual seguir.
EM: Yendo un poco
más allá, puesto que las personas responden mejor a la enseñanza
individualizada, ¿tendría alguna sugerencia sobre qué tipo de enseñanzas serían
más aptas para qué arquetipos?
AHA: No, no pienso
que sea así. Pienso que diferentes tipos a veces son atraídos por diferentes
enseñanzas. Eso sucede. Pero no sé si se pueden fijar reglas.
EM: Si diferentes
tipos son atraídos por diferentes enseñanzas, ¿es porque esas enseñanzas son
divertidas y fáciles, y no necesariamente transformadoras?
AHA: Normalmente,
parece ser así. No diría siempre, pero la mayoría de veces, sí.
EM: Así que también
podría generar un sentimiento de complacencia que bloquearía el crecimiento.
AHA: Es posible.
Por ejemplo, las personas que tienden a ser más emocionales, se sentirán más
atraídas por el trabajo emocional, devocional, que podría ser bueno en el
sentido de que podrían usarse a sí mismos correctamente. Pero al mismo tiempo,
esto podría respaldar sus propias tendencias.
EM: Así, una vez
más, nuestro fuerte también puede ser nuestra mayor debilidad.
AHA: Sí, pero mire,
una buena enseñanza espiritual debería poder dirigirse a todos los arquetipos.
Y si habla con maestros espirituales, se lo confirmarán. Ellos no se centran
sólo en un arquetipo.
Fin de la
entrevista. © Copyright A.H. Almaas y Enneagram Monthly, 1999. Todos los
derechos reservados.
(*) Artículo publicado
en © Enneagram Monthly, Julio/Agosto de 1999, Número 52 (Vol. 5, n° 7).
Entrevista dirigida por Andrea Isaacs and Jack Labanauskas.
(**) A.H. Almaas es
el seudónimo de A. Ameed Ali. Nacido en Kuwait, posee una formación como
físico, matemático y psicólogo. A lo largo de los últimos veinticinco años ha
creado y desarrollado el Enfoque del Diamante, un camino de despertar que aúna
el trabajo con la personalidad y la espiritualidad. En 1975 fundó la Escuela
Ridhwan en Boulder, Colorado y Berkeley, California. Es autor del libro
“Facetas de la Unidad” publicado por la editorial Los Libros de La Liebre de Marzo.
Traducción de
Claudia Melissen.
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